Glaucoma- Procedimientos & Cirugía

Puerto Vallarta, Jal. México

Glaucoma

El glaucoma es una enfermedad que daña el nervio óptico del ojo. Generalmente se produce cuando se acumula fluido en la parte delantera del ojo. El exceso de fluido aumenta la presión en el ojo y daña el nervio óptico.

El glaucoma es la causa principal de ceguera en personas mayores de 60 años. Frecuentemente, la ceguera debida al glaucoma puede prevenirse si se trata en forma precoz.

El ojo produce humor acuoso constantemente. A medida que fluye nuevo humor acuoso en el ojo, debe drenarse la misma cantidad. El fluido se drena a través de un área llamada ángulo de drenaje. Este proceso mantiene la presión en el ojo (llamada presión intraocular o IOP por sus siglas en inglés) estable. Sin embargo, si el ángulo de drenaje no está funcionando correctamente, el fluido se acumula. La presión interior del ojo aumenta y esto daña el nervio óptico.

El nervio óptico está compuesto por más de un millón de fibras nerviosas pequeñas. Es similar a un cable eléctrico compuesto por muchos alambres pequeños. Cuando estas fibras nerviosas mueren, se desarrollan puntos ciegos en la visión. Puede que no note estos puntos ciegos hasta que hayan muerto la mayoría de las fibras del nervio óptico. Si todas las fibras mueren, se quedará ciego.

Glaucoma de ángulo abierto
El glaucoma de ángulo abierto no presenta signos de advertencia ni obvios síntomas durante las primeras etapas. A medida que la enfermedad progresa, se desarrollan puntos ciegos en la visión periférica (lateral).

La mayoría de las personas con glaucoma de ángulo abierto no notan ningún cambio en su visión hasta que el daño es bastante grave. Es por eso que al glaucoma se le llama “ladrón silencioso de la visión.” Mantener un plan exámenes regulares de la visión puede ayudar a su oftalmólogo a descubrir la enfermedad antes de que se pierda la visión. Su oftalmólogo puede indicarle la frecuencia con la que debe ser examinado.

Glaucoma de ángulo cerrado
Las personas en riesgo de desarrollar glaucoma de ángulo cerrado por lo general no muestran síntomas antes de un ataque. Algunos de los síntomas iniciales de un ataque pueden incluir visión borrosa, halos de luz, dolores de cabeza leves o dolor en el ojo. Las personas con estos síntomas deben ser examinadas por un oftalmólogo tan pronto como sea posible. Un ataque de glaucoma de ángulo cerrado incluye los siguientes síntomas:

  • dolor severo en el ojo o la frente
  • enrojecimiento del ojo
  • disminución de la visión o visión borrosa
  • visión de arco irises o halos de luz
  • dolor de cabeza
  • náusea
  • vómito

 

Glaucoma de tensión normal
Las personas con “glaucoma de tensión normal” tienen una presión ocular dentro de los rangos normales, pero muestran signos de glaucoma como puntos ciegos en el campo de la visión y daño del nervio óptico.

Algunas personas corren un mayor riesgo que el normal de padecer glaucoma. Esto incluye a personas que:

  • son mayores de 40
  • tienen parientes con glaucoma
  • son de ascendencia africana, hispana, o asiática
  • tienen presión ocular alta
  • tienen hipermetropía o miopía
  • sufrieron una lesión en el ojo
  • uso prolongado de esteroides
  • tienen córneas delgadas en el centro
  • sufren de estrechamiento del nervio óptico
  • tienen diabetes, presión alta, migrañas, mala circulación de la sangre u otros problemas de salud que afectan a todo el cuerpo.

Hable con su oftalmólogo acerca de su riesgo de padecer glaucoma. Las personas que tengan más de una de estas características corren un riesgo aún mayor de glaucoma.

La única manera segura de diagnosticar glaucoma es con un examen ocular completo. Una prueba de glaucoma que sólo verifique la presión en el ojo no es suficiente para detectarlo.

Durante un examen de glaucoma, su oftalmólogo hará lo siguiente:

  • le medirá la presión ocular
  • le revisará el ángulo de drenaje del ojo
  • le examinará el nervio óptico para comprobar que no haya daño
  • le hará una prueba de visión periférica (lateral)
  • le tomará una imagen o medición por computadora del nervio óptico
    medir el espesor de la córnea
  • El glaucoma es un ladrón silencioso de la vista.

El glaucoma no presenta síntomas en sus etapas tempranas. De hecho, la mitad de las personas que sufren de glaucoma no saben que lo padecen. El realizarse exámenes de la vista de manera habitual, puede ayudar a su oftalmólogo a identificar esta enfermedad antes de que usted pierda la vista. Su oftalmólogo le puede decir que tan seguido debe examinarse.

Durante un examen completo de ojos con las pupilas dilatadas (éstas son dilatadas con gotas para los ojos), su oftalmólogo evaluará y pondrá a prueba sus ojos de la siguiente manera para hacer un diagnóstico de cataratas:

Examen con lámpara de hendidura
Su oftalmólogo examinará de cerca la córnea de los ojos, el iris, el cristalino y el espacio entre el iris y la córnea. Con este microscopio especial, el médico puede examinar pequeñas secciones detalladas del ojo, haciendo más fácil la detección de anomalías.

Examen de la retina
Cuando el ojo se dilata, las pupilas se abren y el médico puede ver más claramente la parte posterior del ojo. Utilizando la lámpara de hendidura y/o un instrumento llamado oftalmoscopio, el médico busca señales de una presencia de cataratas. Su oftalmólogo también buscará señales de glaucoma y otros posibles problemas con la retina y el nervio óptico.

Prueba de refracción y agudeza visual
Esta prueba evalúa la nitidez y la claridad de su visión. La capacidad de ver letras de diferentes tamaños es evaluada individualmente en cada ojo

Hágase un examen de ojos cada año si es mayor de 65 años de edad, o cada dos años si es menor.
Proteja sus ojos de la luz ultravioleta mediante el uso de gafas de sol que bloqueen los rayos por lo menos un 99 por ciento, y use sombrero.
Si usted fuma, deje de hacerlo. Fumar es un factor de riesgo para desarrollar cataratas.
Utilice luces más brillantes para la lectura y otras actividades; una lupa también puede ser útil.
Limite el manejo nocturno de automóvil, toda vez que comience a ver halos o haya problemas de deslumbramiento.
Cuide otros problemas de salud, especialmente la diabetes.
Obtenga los anteojos o lentes de contacto apropiados para corregir su visión; cuando sus actividades regulares se vuelvan difíciles de realizar, considere una cirugía de cataratas.
Para poder tomar la decisión correcta un torno a una cirugía de cataratas, discuta el procedimiento quirúrgico a fondo con su oftalmólogo y su familia, la preparación necesaria y el proceso de recuperación, al igual que los beneficios, posibles complicaciones y costos de la cirugía de cataratas, y otras informaciones importantes.
No use gotas u otros tratamientos para los ojos que se anuncien como disolventes o eliminadores de cataratas. No existe prueba alguna de que las cataratas puedan disolverse con gotas para los ojos. Una cirugía de cataratas es la única manera de eliminar las cataratas.

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